"Es gibt Menschen, die können nie nach Phantásien kommen, und es gibt Menschen, die können es, aber sie bleiben für immer dort. Und dann gibt es noch einige, die gehen nach Phantásien und kehren wieder zurück. So wie du, Bastian. Und sie machen beide Welten gesund." Michael Ende
En
esta entrevista, el teórico insignia de la denominada 'música popular', aborda temas como análisis, autenticidad, relatividad y tecnología musical, entre otros.
Que maricada, porque el hombre necesita moverse necesita zafarse de
esta, maricada. En todo caso si
compras serás feliz. Me dijo mi cabeza que un amigo le había dicho ayer. Entonces
fui a comprar una interface USB, para
tener más acceso a la ‘creación posmoderna' de música. Ahora que tengo la interface USB, siento necesario un controlador
MIDI, y tal vez cuando tenga el controlador
MIDI, quiera otro ordenador ya que este no me va andar bien con toda esta
sofisticación.
Estuve en el concierto del guitarrista de Bomba Estéreo quien en solitario tiene
un proyecto, dría yo, de música
electrónica, tambora y voz. Tenía expectativa, quería ver cómo sería que
con la guitarra, y seguro algún pequeño rack
de efectos, este personaje haría un sonido parecido al de Bomba, pero para
mi sorpresa, este sonido fue mínimo, y de guitarra ni el rastro, lo que sí vi
mucho, fue movimiento de perillas, ya que tenía un amplio set de estos controles.
Perilla o knob, pad, fader, entre otros,
son controles que, en la mayoría de casos, se utilizan para manipular, en
tiempo real, dispositivos digitales, ya sea desde un ordenador o desde algún
tipo de procesador digital. En el set de
este ‘guitarrista’ estaban incluidos varios de estos controles por medio de los
cuales logró generar enorme placer a los asistentes del concierto, entre ellos
yo. El acto fue una presentación más de música electrónica, esta misma música, que
de la mano del mercado se ha convertido en la vanguardia de la música actual,
siendo la perilla en ella, un elemento fundamental para su creación y
desarrollo.
Con la llegada de la tecnología
digital, la creación musical pasó de ser un resultado
a ser un proceso en el cual la yuxtaposición tiene un papel esencial. La
música electrónica, hija de la tecnología digital, es el ejemplo por
antonomasia de esta, reinterpretación del significado de la música, ya que no
crea ‘nuevos textos’, solo los cita yuxtaponiéndolos. ‘El guitarrista’ de Bomba
deja ver cómo es que esta música, yuxtapone
‘textos’ digamos, populares, sobre una misma pieza o canción; ‘apartados’ de
frases rítmicas de una tambora del Pacifico con riffs de voces en alemán, además de melodías de la cultura Caribe
con beats de minimal tecno, entre otros, son yuxtapuestos logrando un efecto de electro tecno folclor, diría, en el cual
se evidencia la identidad que erige esta música.
Ableton Live, un software para la producción musical
desarrollado por la compañía alemana Ableton AG, proporciona herramientas compatibles
a este nuevo significado de la música. Está pensado para la composición de
música, de resultado, en su vista Arrangement, que como muchos softwares de la actualidad proporcionan,
de izquierda a derecha, un horizonte temporal para tomas de audio, y de arriba
a abajo, la posibilidad de mezclar dichas tomas. Ableton Live posee además la
vista Session, la cual, sin un
horizonte temporal, brinda la posibilidad de construir un set virtual en el cual es posible yuxtaponer clips o fracciones musicales por medio de Knobs, pads faders virtuales, o hacerlo en tiempo real, por medio
de un controlador MIDI. Aquí esta
música va siendo creada en una yuxtaposición de ‘textos’ sobre este set preconcebido sin una línea de tiempo
determinada, lo cual la convierte en una música de proceso, que puede repetirse o no, a deseo de la persona que
manipula las ‘perrillas’. Así este software,
es la herramienta ideal para exponer este nuevo significado de la música de la
posmodernidad.
En mi caso, la música como el
arte en general, además de ser un medio de expresión, es un medio para escapar
de un mundo indeseado, un medio para ‘viajar’ a universos ajenos a las
realidades humanas, es la máxima potencia para la existencia. Con este cambio
de significado de la creación musical se ponen en tensión dos puntos
fundamentales del sentido de la música en este respecto. El primero tiene que
ver con el carácter asocial, ya que si es posible manipular por una persona
todo lo que antes era solo posible entre varias, es decir que es posible que
solo una persona, frente al ordenador, pueda generar un sonido capaz de atraer
la atención y generar placer en otras personas, ‘crear’ música; las sesiones de
tragos e improvisaciones espontaneas de varios actores, entre muchos otros
actos musicales netamente humanos, desaparecerán convirtiéndose el músico en
una especie de técnico programador solitario.
El segundo punto tiene que ver
con la pérdida de control inmediato sobre lo que apartemente se controla, ya
que no se está creando un sonido desde la propia experiencia, sino que se está creando
un sonido a partir de experiencias ajenas, prestadas, citadas, reguladas por la
lógica del software, es decir no es
posible ‘crear’ más allá de la lógica del software,
es él quien tiene el poder de la ‘creación’ musical. Esto significa que el que
manipula el rumbo de esta música, el que le está dándole un horizonte a esta
‘creación’, no es el sujeto, sino la lógica implícita de las dinámicas a las
cuales el software conduce. Esto al
igual que el carácter asocial de este nuevo significado de la música, desvía el
rumbo, el sentido de la música en tanto expresión de experiencias subjetivas,
en tanto alejamiento de dinámicas mundanas, de dinámicas ajenas. Ya que
desplaza una identidad, la de la sujeto, para darle paso a otras identidades, muchas,
obviamente ajenas por medio de una lógica enteramente mundana, la de la
objetividad de un software, que en ultimas
es la objetividad de la ciencia, un foco más sobre el mundo, que en este caso
especifico propone la lógica de la yuxtaposición.
Se puede estar al margen de esta ‘creación’
musical utilizando solo la manera digamos, anterior, de hacer música, la cual
permite expresar sin ningún filtro la percepción del mundo que cada uno tiene,
además de tener el control sobre el sonido que se construye. Sin embrago conocer
y manipular esta nueva alternativa que la dinámica del mundo actual propone, concibiéndola
meramente como un medio, como una manera más, no la única para crear música, es
entender que la música, en tanto fenómeno humano, no puede ser producida por un
técnico y que necesita del calor de las percepciones que solo el mundo trae, es
entender la diferencia entre los medios y los fines, ya que en esta era de la
perilla cabe la posibilidad de que se nos pierda el rumbo hacia los fines entre
los medios que lo posibilitan.
Aprender a utilizar un
instrumento musical, y con esto me refiero también a las nuevas tecnologías, va
mucho más allá de saber interpretar una partitura o manipular un software, es hacer sonar lo que vemos de
una manera, la nuestra, la que cada uno de tiene, y para ello se necesita de sensibilidad
ante lo que nos rodea, no es un trabajo técnico. Un músico es un traductor del
mundo, de su mundo, funciona según su lógica, una entre muchas, tantas como
músicos hay en el mundo, siendo consciente que el mundo es la totalidad de las
músicas que en el existen.
Ante esto y si no se tiene ningún
fin trascendental, está siempre la posibilidad de comprar interfaces USB, controladores
MIDI y cuanto aparato salga al mercado de la mano de la idea de vanguardia, y
así mover sus perillas para hacer música, para hacer ‘tú música’ esa que está
en el ‘en vivo’, música de proceso,
esa en la que ‘creas’ citando, claro para escapar a otros universos mas
construidos más predeterminados, a un mundo cada vez más libre y ajeno del que
vives, claro todo esto solo si mueves la perillas,
porque si giras la perilla ‘haces’ música, porque si giras la perilla eres
músico, sí, o para ser más prácticos, siendo acordes a la época, porque si
giras la perilla serás un técnico con ritmo.
¿Cómo técnico quien es tu jefe,
quien el dueño de la empresa para la cual giras perillas? ¿Te ganarás entonces
un sueldo mínimo, de placer, por mover solo perillas?
FIRTH, Simon 2003. MÚSICA E IDENTIDAD. EN STUART HALL Y PAUL DU GAY (Compiládores), Cuestiones de identidad. Pág, 181.213. Buenos Aires: Amorrortu.
TAGG, Fhilip 2006. LA PELÍCULA DEL LIBRO DE LA MÚSICA, Sobre la necesidad de repensar las maneras de explicar el significado musical. Séptimpo Congreso de la IASPM-AL, LA Habana.