Manizales Grita Rock ha venido
creciendo con el paso de los años gracias a la constancia, motivación y buena
gestión de sus organizadores, y la versión del 2015, no solo permitió
evidenciarlo sino que dejó ver un festival grande en potencia. Esta sin
duda fue una de las versiones del Manizales Grita Rock con más asistencia y que a su vez implicó una mayor presencia de infraestructura y calidad de cartel artístico.
Desde ciudades vecinas como
Pereira y Armenia hasta desde capitales como Medellín y Bogotá, entre otras,
hubo amantes de la música que armaron plan; ya fuese en "van", en automóviles
particulares, en moto o en servicio público; para desplazarse hasta la capital
caldense y disfrutar de este festival que cada vez más ratifica su importancia
y protagonismo en el occidente del país.
En los tres días acostumbrados,
visitantes y propios se deleitaron con el despliegue de artistas e
infraestructura que el Manizales Grita Rock estimó pertinente para esta versión.
Solo bastó el primer día para superar el número de asistentes respecto de años
anteriores; 11.870 asistentes, fue la cifra que la organización publicó en sus
redes, cifra importante entendiendo que Manizales es una ciudad pequeña respecto
de las capitales del país donde se realizan festivales similares.
Como siempre la inclusión de
géneros y nuevas propuestas fue uno de los elementos protagonistas, esto en
contraste con la presencia de los géneros clásicos como el Punk, Metal, Reggae
y sub géneros, pues bandas de la talla de Moonspell, Espécimien y Gondwana, clásicas
en sus géneros, fueron la referencia para que no solo los Punkeros, Metaleros y
los seguidores de Jah Rastafari de Manizales, sino también de muchas ciudades
del país, se acercaran al festival para apreciar a sus ídolos y referentes ideológicos.
Entre ellos Benny Rotten vocalista, o mejor, “gritante” como él
mismo manifiesta, de la Banda Espécimen (Hard-Punk, de México). La presentación
de esta banda fue toda una puesta en escena; una obra de teatro insignia del
Punk Latinoamericano, en la cual demostraron porque son tan respetados por las
tribus urbanas directamente relacionadas con el punk y sus sub géneros en
Colombia; esto a pesar de nunca haber tocado en un escenario en este país hasta
ese momento.
Por su parte la conocida banda portuguesa
Moonspell, hizo que ExpoFerias, sede del festival, se pintara de negro y que
las casi de 12 mil personas gritaran en coro sus letras y agitaran sus cabezas
al ritmo de su música. Es evidente que este tipo de presentaciones junto con la
energía del público no solo hace que el festival sea reconocido a
nivel internacional sino que Manizales como ciudad sea vista y recordada por
ser una capital de rock, como desde tiempos del recordado “Festival de la Niebla”,
se perfilaba.
De otro lado y paralelo a los
shows en la tarima del festival, las ventas y las participaciones de colectivos
y tiendas de comercio independiente, se hicieron presentes. Fueron muchas las ofertas de camisetas y "merchandising" de las bandas que se expusieron, entre otros interesantes artículos siempre alusivos al cultura del rock.
Definitivamente esta versión del
Manizales Grita Rock, fue una de las más contundentes en términos de
asistencia, calidad del cartel e infraestructura, lo que nos deja con muchas
expectativas para el año que viene, sin embargo por ahora nos queda el placer y
la satisfacción de haber participado activamente de este bien organizado y consolidado
festival de rock del occidente del Colombia.