Y fue, se acabo. Se
acabo la ilusión, se acabo el de pronto, el tal vez, el ya vendrá. Pero solo
eso se acaba, porque sus risas seguirán, sus ojos seguirán, su imagen seguirá. Es
así, todo es así. El mundo es así porque no entiende de amores no entiende
nada; el viento sopla cuando los barcos naufragan, el sol abunda cuando los
arboles arden, el tiempo corre cuando quieres regresar. Rivadavia y Ayacucho
aquella esquina, aquel lugar siempre va a sonar a Skinny Love, a mi pelo mojado esperándola, a mis tenis sucios, a
las veintiuna horas, a mi pantalón sin lavar como con un poco de miedo, como
con un poco de locura, como que quiero que me lleves, sácame de acá. Nadie
entiende, nada entiende; Belgamba no entiende, San Telmo no entiende, Congreso
no entiende, Púan no entiende, yo no entiendo.
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