sábado, 17 de septiembre de 2022

Sur

 Se acabó el de pronto, el tal vez, el ya vendrá. Pero solo eso se acaba; sus sonrisas seguirán, sus ojos, su imagen vuelve cada día. La posibilidad de acompañarte de regreso a Casa de verte en la Biblioteca en la Cafetería o subiendo las escalas con tu abrigo verde, desapareció. Ese Viento que me golpeaba la cara de camino a tu Casa, se ha ido, al Sur, y sopla cuando los Barcos naufragan mientras el Sol está quemando las pieles tostadas; el Tiempo corre cuando quieres regresar.

 Rivadavia y Ayacucho, una esquina, una aquella, que siempre sonará a Skinny Love, a mi Pelo mojado esperándola, a mis Tenis sucios, a las Veintiuna horas, a mi Pantalón sin lavar como con miedo, roto, y con algo de locura.

Mira al Cielo para gritar a las Nubes pasajeras, que te lleven atrás.

 

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