Se acabó el de pronto, el tal vez, el ya vendrá. Pero solo eso se acaba; sus sonrisas seguirán, sus ojos, su imagen vuelve cada día. La posibilidad de acompañarte de regreso a Casa de verte en la Biblioteca en la Cafetería o subiendo las escalas con tu abrigo verde, desapareció. Ese Viento que me golpeaba la cara de camino a tu Casa, se ha ido, al Sur, y sopla cuando los Barcos naufragan mientras el Sol está quemando las pieles tostadas; el Tiempo corre cuando quieres regresar.
Mira al
Cielo para gritar a las Nubes pasajeras, que te lleven atrás.
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