lunes, 18 de abril de 2022

Bitácora No. 20

Me sigue doliendo la espalda por la caída, pero en este dolor he encontrado un limitante que me potencia a trabajar. Talvez en el fondo creo que la vida se puede ir en cualquier momento, y desperdiciar más los días sin estar conectado con la creación musical me da pánico.

 Los Caminos de Bosques ha llegado, siempre pensé que lo harían, no sé si me den respuestas, o me lleven a perder aún más, pero en el pequeño hecho de la lectura me voy de yendo, no sé a dónde, pero al regresar vuelvo a conectarme con el trabajo.

 Tengo que decir que después de este accidente, me siento completamente conectado, simplemente me siento en mi estudio y el tiempo se tiene o ya no existe, es como esa frase que rezaba cuando estaba en la universidad, “el arte te hace olvidar que existes”, total. Las canciones van avanzando, ahora estoy más en la producción y dejé esto de los ensayos análogos y la parte racional, etc… ahora lo estoy sintiendo como un todo, como una cuerda muy elevada y yo me mantengo en equilibro en ella, y solo caigo cuando tengo que parame a ir al baño o a comer, o porque mi cuerpo necesita una pausa.  

 Ahora estoy escuchando las canciones, lo que me dicen a dónde me van llevando y las estoy siguiendo, como la Pluma de Forrest. Lo estoy disfrutando, no quiero decirlo pero he empezado a llegar a donde he soñado, pero solo empezado. Perdón por en absoluto pragmático en las últimas entradas; déjenme volar un poco… es lo que está pasando.  



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